2. SANTA LITURGIA
(Latino-americana)
En el día señalado, el clero y pueblo se reúnen con el obispo en un
lugar aparte de la iglesia o capilla.
Cuando todo esté listo, el Obispo dice éstas u otras palabras
similares:
A través de los tiempos, el Dios todopoderoso ha
inspirado a su pueblo a construir casas de oración y
alabanza, y a separar lugares para el ministerio de su
santa Palabra y Sacramentos. Con gratitud por la
construcción (reconstrucción u ornamentación) de
(nombre de la iglesia), nos hemos reunido hoy para
dedicarla y consagrarla en Nombre de Dios.
Oremos.
Dios todopoderoso, te damos gracias por habernos
hecho a tu propia imagen para participar en el
ordenamiento de tu mundo. Recibe el trabajo de nuestras
manos en este lugar, que ahora va a ser apartado para tu
adoración, para la edificación de los vivos y en memoria
de los muertos, para la alabanza y gloria de tu Nombre;
por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Pueden hacerse ahora los anuncios necesarios.
Mientras la procesión se acerca a la puerta de la iglesia, el canto y la
música instrumental son apropiados.
De pie frente a la puerta de la iglesia, el Obispo dice:
Que sea abierta la puerta.
La puerta es abierta. El Obispo, con su báculo, marca el umbral con
el signo de la cruz, diciendo:
Paz sea a esta casa, y a todos los que entran en ella: En
Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mientras la procesión entra en la iglesia, se canta el Salmo 122 ó
cualquier otro salmo apropiado. También puede cantarse himnos y
antífonas.
La congregación de pie, el Obispo comienza la Oración de
Consagración de la Iglesia:
Nuestro auxilio está en Nombre del Señor;
Pueblo Que hizo el cielo y la tierra.
3. Obispo Oremos.
Sempiterno Padre, atento y amante, nuestro principio y
fin: A ti pertenece todo lo que somos y todo lo que
poseemos. Acéptanos ahora que dedicamos este lugar al
cual venimos para alabar tu Nombre, para suplicar tu
perdón, para conocer tu poder sanativo, para escuchar tu
Palabra, y para ser alimentados con el Cuerpo y Sangre
de tu Hijo. Sé presente siempre con tu pueblo, para
guiarlo y juzgarlo, para iluminarlo y bendecirlo.
Un Guardián u otro representante de la congregación continúa:
Señor Jesucristo, haz de este edificio un templo de tu
presencia y una casa de oración. Acércate a nosotros
cuando te busquemos en este lugar. Atráenos a ti cuando
venimos solos y cuando venimos acompañados, para
encontrar consuelo y sabiduría, para ser sostenidos y
fortalecidos, para regocijarnos y darte gracias. Permite
que sea aquí, Cristo Señor, donde seamos hechos uno
contigo y los unos con los otros, para que nuestras vidas
sean sostenidas y santificadas para tu servicio.
El Rector o Ministro encargado continúa:
Espíritu Santo, abre nuestros ojos, nuestros oídos y
nuestros corazones, para que nos acerquemos más a ti en
el gozo y el sufrimiento. Habita en nosotros en la
plenitud de tu poder cuando sean añadidos nuevos
miembros a tu grey, a medida que crezcamos en gracia a
través de los años, cuando seamos unidos en
matrimonio, cuando acudimos a ti en tiempo de
enfermedad o necesidad especial y, al fin, cuando seamos
encomendados a las manos del Padre.
El Obispo concluye:
Ahora, oh Padre, Hijo y Espíritu Santo,
santifica este lugar;
Pueblo Porque todo lo que hay en el cielo y en la
Tierra es tuyo.
Obispo Tuyo, oh Señor, es el reino;
Pueblo Y tú eres excelso como cabeza sobre todo.
Amén.
El Obispo va a la Fuente Bautismal, impone una mano sobre ella y
dice:
4. Padre, te damos gracias que, por medio de las aguas del
Bautismo, morimos al pecado y somos hechos nuevos en
Cristo. Concede por tu Espíritu que aquéllos que aquí
son bautizados gocen de la libertad y esplendor de los
hijos de Dios.
V. Hay un solo Señor, una sola Fe, un solo Bautismo;
R. Un solo Dios y Padre de todos.
Dedicamos esta Fuente en Nombre del Padre, y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
Si hay personas para ser bautizadas, se llena de agua la Fuente, y el
rito continúa como se indica en la página 477.
Infantes y Niños Menores
Entonces los candidatos que no puedan responder por sí mismos son
presentados individualmente por sus Padres y Padrimos, como sigue.
Padres y Padrinos:
Presento a N. para que reciba el Sacramento del
Bautismo.
Una vez presentados todos los candidatos, el Celebrante pregunta a
los padres y padrinos:
¿Serás responsable de cuidar que este niño que ahora
presentas crezca en la fe y vida cristiana?
Padres y Padrinos:
Así lo haré, con el auxilio de Dios.
Celebrante:
¿Ayudarás a este niño, por medio de tus oraciones y
testimonio, a crecer hasta alcanzar la madurez de la
plenitud de Cristo?
Padres y Padrinos:
Así lo haré, con el auxilio de Dios.
Entonces el Celebrante hace las siguientes preguntas a los candidatos
que puedan responder por sí mismos, y a los padres y padrinos de los
infantes y niños menores:
Pregunta ¿Renuncias a Satanás y a todas las fuerzas
espirituales del mal que se rebelan contra
Dios ?
5. Respuesta Las renuncio.
Pregunta ¿Renuncias a los poderes malignos de este
mundo que corrompen y destruyen a las
criaturas de Dios?
Respuesta Los renuncio.
Pregunta ¿Renuncias a todos los deseos pecaminosos
que te apartan del amor de Dios?
Respuesta Los renuncio.
Pregunta ¿Te entregas a Jesucristo y le aceptas como tu
Salvador?
Respuesta Sí, me entrego y le acepto.
Pregunta ¿Confías enteramente en su gracia y amor?
Respuesta Sí, confío.
Pregunta ¿Prometes seguirle y obedecerle como tu
Señor?
Respuesta Sí, lo prometo.
Cuando haya que presentar a otras personas, el Obispo dice:
Que los otros Candidatos sean presentados ahora.
Presentadores Presento a estas personas para la
Confirmación.
o bien: Presento a estas personas para ser recibidas en
esta Comunión.
o bien: Presento a estas personas que desean reafirmar
sus votos bautismales.
El Obispo pregunta a los candidatos:
¿Reafirmas tu renuncia al mal?
Candidato La reafirmo.
Obispo ¿Renuevas tu entrega a Jesucristo?
Candidato La renuevo, y con la gracia de Dios le seguiré
como mi Señor y Salvador.
Después de que todos hayan sido presentados, el Celebrante dice a la
congregación:
Ustedes, testigos de estos votos, ¿harán todo cuanto
puedan para sostener a estas personas en su vida en
Cristo ?
Pueblo Así lo haremos.
6. El Celebrante dice éstas u otras palabras similares:
Unámonos a estas personas que ahora se entregan a
Cristo, y renovemos también nuestro propio pacto
bautismal.
Pacto Bautismal
Celebrante ¿Crees en Dios Padre?
Pueblo Creo en Dios Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra.
Celebrante ¿Crees en Jesucristo, el Hijo de Dios?
Pueblo Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor.
Fue concebido por obra y gracia del
Espíritu Santo
y nació de la Virgen María.
Padeció bajo el poder de Poncio Pilato.
Fue crucificado, muerto y sepultado.
Descendió a los infiernos.
Al tercer día resucitó de entre los muertos.
Subió a los cielos,
y está sentado a la diestra de Dios Padre.
Desde allí ha de venir a juzgar a
vivos y muertos.
Celebrante ¿Crees en Dios el Espíritu Santo ?
Pueblo Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de los muertos,
y la vida eterna.
Celebrante ¿Continuarás en la enseñanza y comunión de
los apóstoles, en la fracción del pan y en las
oraciones?
Pueblo Así lo haré, con el auxilio de Dios.
Celebrante ¿Perseverarás en resistir al mal, y cuando
caigas en pecado, te arrepentirás y te volverás
al Señor?
7. Pueblo Así lo haré, con el auxilio de Dios.
Celebrante ¿Proclamarás por medio de la palabra y el
ejemplo las Buenas Nuevas de Dios en Cristo?
Pueblo Así lo haré, con el auxilio de Dios.
Celebrante ¿Buscarás y servirás a Cristo en todas las
personas, amando a tu prójimo como a ti
mismo?
Pueblo Así lo haré, con el auxilio de Dios.
Celebrante ¿Lucharás por la justicia y la paz entre todos
los pueblos, y respetarás la dignidad de todo
ser humano?
Pueblo Así lo haré, con el auxilio de Dios.
Plegarias por los Candidatos
El Celebrante dice a la congregación:
Oremos ahora por estas personas que van a recibir el
Sacramento del nuevo nacimiento [y por los que han
renovado su entrega a Cristo].
La Persona (Maestro de Ceremonia) señalada dirige la siguiente letanía:
Letanista Líbrales, oh Señor, del camino del pecado y de
la muerte.
Pueblo Señor, atiende nuestra súplica.
Letanista Abre sus corazones a tu gracia y verdad.
Pueblo Señor, atiende nuestra súplica.
Letanista Llévales con tu santo Espíritu vivificador.
Pueblo Señor, atiende nuestra súplica.
Letanista Consérvales en la fe y comunión de tu santa
Iglesia.
Pueblo Señor, atiende nuestra súplica.
Letanista Enséñales a amar a los demás en el poder del
Espíritu.
Pueblo Señor, atiende nuestra súplica.
Letanista Envíales al mundo como testigos de tu amor.
Pueblo Señor, atiende nuestra súplica.
Letanista Llévales a la plenitud de tu paz y de tu gloria.
Pueblo Señor, atiende nuestra súplica.
El Celebrante dice:
8. Concede, oh Señor, que todos los que son bautizados en
la muerte de Jesucristo tu Hijo, vivan en el poder de su
resurrección y esperen su venida en gloria; quien vive y
reina, ahora y por siempre. Amén.
Acción de Gracias sobre el Agua
El Celebrante bendice el agua, diciendo primero:
El Señor sea con ustedes.
Pueblo Y con tu espíritu.
Celebrante Demos gracias a Dios nuestro Señor.
Pueblo Es justo darle gracias y alabanza.
Celebrante
Te damos gracias, Padre todopoderoso, por el don del
agua. Sobre ella, el Espíritu Santo se movía en el
principio de la creación. A través de ella, sacaste a los
hijos de Israel de la esclavitud en Egipto a la tierra
prometida. En ella, tu Hijo Jesús recibió el bautismo de
Juan y fue ungido por el Espíritu Santo como el Mesías,
el Cristo, que habría de sacarnos, por su muerte y
resurrección, de la esclavitud del pecado a la vida eterna.
Te damos gracias, Padre, por el agua del Bautismo. En
ella, somos sepultados con Cristo en su muerte. Por ella,
participamos de su resurrección. Mediante ella, nacemos
de nuevo por el Espíritu Santo. Por tanto, en gozosa
obediencia a tu Hijo, traemos a su comunión a los que,
por fe, se acercan a él, bautizándolos en el Nombre del
Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
Tocando el agua, el Celebrante dice:
Ahora, santifica esta agua, te suplicamos, por el poder de
tu Espíritu Santo, para que cuantos aquí son lavados del
pecado, y nacidos de nuevo, permanezcan para siempre
en la vida resucitada de Jesucristo nuestro Salvador.
A él, a ti y al Espíritu Santo, sea todo honor y gloria,
ahora y por siempre. Amén.
Consagración del Crisma
El Obispo puede consagrar el Crisma, imponiendo la mano sobre el
recipiente con óleo, diciendo:
9. Padre eterno, cuyo bendito Hijo fue ungido por el
Espíritu Santo para ser el Salvador y siervo de todos, te
suplicamos consagres este óleo, para que cuantos sean
sellados con él, participen del real sacerdocio de
Jesucristo; quien vive y reina contigo y el Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amén.
Bautismo
Cada candidato es presentado por nombre al Celebrante, o al sacerdote o
diácono ayudante, quien sumerge o derrama agua sobre el candidato,
diciendo:
N., yo te bautizo en el Nombre del Padre, y del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.
Cuando todos han recibido la administración del agua, el Obispo o el
Sacerdote, a plena vista de la congregación, ora sobre ellos, diciendo:
Oremos.
Padre celestial, te damos gracias porque por medio del agua
y del Espíritu Santo has concedido a estos tus siervos el
perdón de los pecados y les has levantado a la nueva vida de
gracia. Susténtales, oh Señor, en tu Santo Espíritu. Dales un
corazón para escudriñar y discernir, valor para decidir y
perseverar, espíritu para conocerte y amarte, y el don del
gozo y admiración ante todas tus obras. Amén.
Entonces, el Obispo o el Sacerdote impone la mano sobre la cabeza de la
persona, y la marca en la frente con la señal de la cruz
[usando el Crisma si así lo desea], diciendo a cada uno lo siguiente:
N., quedas sellado por el Espíritu Santo en el Bautismo y
marcado como propiedad de Cristo para siempre. Amén.
O bien, esta acción puede realizarse inmediatamente después de la
administración del agua y antes de la oración anterior.
Cuando todos hayan sido bautizados, el Celebrante dice:
Démosles la bienvenida a los que ahora han sido
bautizados.
Celebrante y Pueblo
Nosotros te recibimos en la familia de Dios. Confiesa la fe
de Cristo crucificado, proclama su resurrección y participa
con nosotros en su sacerdocio eterno.
10. Si la Confirmación, Recepción o Reafirmación de los Votos Bautismales
no sigue a continuación, se intercambia ahora la Paz.
Celebrante La paz del Señor sea siempre con ustedes.
Pueblo Y con tu espíritu.
En la Confirmación, Recepción o Reafirmación
El Obispo, dirigiéndose a la congregación, dice:
Oremos ahora por estas personas que han renovado su
entrega a Cristo.
Puede guardarse un período de silencio.
Entonces el Obispo dice:
Dios todopoderoso, te damos gracias porque en la muerte y
resurrección de tu Hijo Jesucristo, has vencido al pecado y
nos has traído a ti, y porque mediante el sello de tu Espíritu
Santo nos has ligado a tu servicio. Renueva en estos tus
siervos el pacto que hiciste con ellos en su Bautismo.
Envíales en el poder de ese mismo Espíritu a cumplir la
misión que tú les has encomendado; por Jesucristo tu Hijo
nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo,
un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
Para la Confirmación
El Obispo impone las manos sobre cada uno, diciendo:
Fortalece, oh Señor, a tu siervo N., con tu Espíritu Santo;
dale poder para servirte; y susténtale todos los días de su
vida. Amén.
o bien:
Defiende, oh Señor, a tu siervo N., con tu gracia celestial, a
fin de que permanezca tuyo para siempre, y de día en día
crezca en tu Espíritu Santo más y más, hasta que llegue a tu
reino eterno. Amén.
Para la Recepción
N., te reconocemos como miembro de la Iglesia una, santa,
católica y apostólica; y te recibimos en la hermandad de esta
Comunión. Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo te
bendiga, te conserve y te guarde. Amén.
Para la Reafirmación
N., que el Espíritu Santo, quien ha iniciado la buena obra en
11. ti, te dirija y sostenga en el servicio de Cristo y su reino. Amén.
Entonces el Obispo dice:
Dios omnipotente y eterno, que tu mano paternal sea
siempre sobre estos tus siervos; que tu Espíritu Santo sea
siempre con ellos; y de tal modo guíales en el conocimiento
y obediencia de tu Palabra, que te sirvan en esta vida, y
moren contigo en la vida venidera; por Jesucristo nuestro
Señor. Amén.
Entonces se intercambia la Paz.
Obispo La paz del Señor sea siempre con ustedes.
Pueblo Y con tu espíritu.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino,
tuyo es el poder
y tuya es la gloria,
ahora y por siempre. Amén.
El Celebrante dice:
Loor y gratitud a ti, Padre de toda misericordia, porque nos
adoptas como hijos tuyos, nos incorporas a tu santa Iglesia,
y nos haces dignos de compartir la herencia de los santos en
luz; por Jesucristo tu Hijo nuestro Señor, que vive y reina
contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de
los Siglos. Amén.
Aquí puede recibirse y presentarse ofrendas, y puede añadirse otras
oraciones, concluyendo con la siguiente:
El Dios omnipotente, Padre de nuestro Señor Jesucristo, por
quien es nombrada toda familia en el cielo y en la tierra, les
conceda ser fortalecidos con poder, por medio de su Espíritu
Santo, para que, morando Cristo en sus corazones por fe,
sean llenos de la plenitud de Dios. Amén.
12. Si no hay Bautismo [se puede llenar la Fuente de agua, y] el Obispo
dice:
El Señor sea con ustedes.
Pueblo Y con tu espíritu.
Obispo Demos gracias a Dios nuestro Señor.
Pueblo Es justo darle gracias y alabanza.
Ante la Fuente, el Obispo dice:
Te damos gracias, Padre todopoderoso, por el don del
agua. Sobre ella, el Espíritu Santo se movía en el
principio de la creación. A través de ella, sacaste a los
hijos de Israel de la esclavitud en Egipto a la tierra
prometida. En ella, tu Hijo Jesús recibió el bautismo de
Juan y fue ungido por el Espíritu Santo como el Mesías,
el Cristo, que habría de sacarnos, por su muerte y
resurrección, de la esclavitud del pecado a la vida eterna.
Te damos gracias, Padre, por el agua del Bautismo. En
ella, somos sepultados con Cristo en su muerte. Por ella,
participamos de su resurrección. Mediante ella, nacemos
de nuevo por el Espíritu Santo. Por tanto, en- gozosa
obediencia a tu Hijo, traemos a su comunión a los que,
por fe, se acercan a él, bautizándolos en el Nombre del
Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
Concede, por el poder de tu Santo Espíritu, que aquéllos
que aquí son purificados del pecado y nacidos de nuevo
permanezcan para siempre en la vida resucitada de
Jesucristo nuestro Salvador.
A él, a ti y al Espíritu Santo, sea todo honor y gloria,
ahora y por siempre. Amén.
El Obispo pasa al Atril, impone una mano sobre él, y dice:
Padre, tu Palabra eterna nos habla a través de las
palabras de las Sagradas Escrituras. Aquí leemos de tus
hechos poderosos y propósitos en la historia, y de
aquéllos que escogiste como agentes de tu voluntad.
Inspirados por la revelación de tu Hijo, buscamos tus
propósitos actuales. Danos oídos para escuchar y
corazones para obedecer.
V. Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de
13. mi corazón;
R. Delante de ti, oh Señor, Roca mía y Redentor mío.
Dedicamos este Atril en Nombre del Padre, y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
El Obispo se dirige al Púlpito, impone una mano sobre él, y dice:
Padre, en todas las edades has hablado por las voces de
profetas, pastores y maestros. Purifica las vidas y labios
de aquéllos que hablen aquí, para que sólo tu Palabra sea
proclamada y sólo tu Palabra sea escuchada.
V. Lámpara es a nuestros pies tu palabra,
R. Y lumbrera a nuestro camino.
Dedicamos este Púlpito en Nombre del Padre, y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
Presentación de un Presbitero
El obispo y el pueblo se sientan. Un Presbítero y un Laico y, si se
desea, presentadores adicionales, de pie ante el obispo, presentan al
ordenando, diciendo:
Revdmo Helber Ramirez Tafur, Obispo en la Iglesia de Dios, en nombre del clero y
pueblo de la Diócesis de Tuquerrez y el sur de Colombia., te presentamos a Revdo.
Diacono, LUCIANO ALBERTO CORAL OSPINA. Para ser ordenado Presbítero en
la Santa Iglesia Católica de Cristo.
Obispo:
¿Ha sido escogido de acuerdo con los cánones de esta
Iglesia? Y ¿creen ustedes que su forma de vida es
apropiada para el ejercicio de este ministerio?
Presentadores:
Certificamos que ha satisfecho los requisitos de los
cánones, y le creemos calificado para esta orden.
El Obispo dice al ordenando:
¿Serás leal a la doctrina, disciplina y culto de Cristo, tal y
como esta Iglesia los ha recibido? Y ¿obedecerás, de
acuerdo con los cánones de esta Iglesia, a tu obispo y
otros ministros que tengan autoridad sobre ti y tu
trabajo?
Respuesta:
Estoy dispuesto a hacerlo así; y declaro solemnemente
14. que creo que las Sagradas Escrituras del Antiguo y
Nuevo Testamento son la Palabra de Dios, y que
contienen todas las cosas necesarias para la salvación; y
me comprometo solemnemente a conformarme a la
doctrina, disciplina y culto de la Iglesia Episcopal.
El Ordenando firma entonces la Declaración anterior delante de
todos los presentes. con los testigos
Todos se ponen de pie. El Obispo dice al pueblo:
Amados hermanos en Cristo, ustedes conocen la
importancia de este ministerio, y el peso de su
responsabilidad al presentar a Revdo. Diacono, LUCIANO ALBERTO CORAL
OSPINA. para ser ordenado al
sagrado sacerdocio. Por tanto, si alguno de ustedes tiene
conocimiento de impedimento o crimen por lo cual no
debamos proceder, acérquese ahora y délo a conocer.
Si no se presentan objeciones, el Obispo continúa:
¿Es su voluntad que Revdo. Diacono, LUCIANO ALBERTO CORAL OSPINA. sea
ordenado presbítero?
El Pueblo responde con éstas u otras palabras similares:
Esa es nuestra voluntad.
Obispo:
¿Le respaldarán en este ministerio?
El Pueblo responde con éstas u otras palabras similares:
Así lo haremos.
Presentación del laico para ser Diacono
El obispo y el pueblo se sientan. Un Presbítero y un Laico y, si se
desea, presentadores adicionales, de pie ante el obispo, presentan al
ordenando, diciendo:
Revdmo Helber Ramírez Tafur, Obispo en la Iglesia de Dios, en nombre del clero y
pueblo de la Diócesis de Tuquerrez y del Sur de Colombia o Cartago , te presentamos al
Revdo. Laico CARLOS ANIBAL PAZ ARAUJO. Para ser ordenado diácono en la
santa Iglesia católica de
Cristo.
Obispo:
15. ¿Ha sido escogido de acuerdo con los cánones de esta
Iglesia? Y ¿creen ustedes que su forma de vida es
apropiada para el ejercicio de este ministerio?
Presentadores:
Certificamos que ha satisfecho los requisitos de los
cánones, y le creemos calificado para esta orden.
El Obispo dice al ordenando:
¿Serás leal a la doctrina, disciplina y culto de Cristo, tal y
como esta Iglesia los ha recibido? Y ¿obedecerás, de
acuerdo con los cánones de esta Iglesia, a tu obispo y
otros ministros que tengan autoridad sobre ti y tu
trabajo?
Respuesta:
Estoy dispuesto a hacerlo así; y declaro solemnemente que
creo que las Sagradas Escrituras del Antiguo y Nuevo
Testamento son la Palabra de Dios, y que contienen todas
las cosas necesarias para la salvación; y me comprometo
solemnemente a conformarme a la doctrina, disciplina y
culto de la Iglesia Episcopal.
El Ordenando firma entonces la Declaración anterior delante de
todos los presentes.
Todos se ponen de pie. El Obispo dice al pueblo:
Amados hermanos en Cristo, ustedes conocen la
importancia de este ministerio, y el peso de su
responsabilidad al presentar a Revdo. Laico CARLOS ANIBAL PAZ ARAUJO. para
ser ordenado a
la sagrada orden del diaconado. Por tanto, si alguno de
ustedes tiene conocimiento de impedimento o crimen por
lo cual no debamos proceder, acérquese ahora y délo a
conocer.
Si no se presentan objeciones, el Obispo continúa:
¿Es su voluntad que Revdo. Laico CARLOS ANIBAL PAZ ARAUJO. sea ordenado
diácono?
El Pueblo responde con éstas u otras palabras similares:
Esa es nuestra voluntad.
Obispo:
¿Le respaldarán en este ministerio?
El Pueblo responde con éstas u otras palabras similares:
16. Así lo haremos.
Entonces el Obispo invita al pueblo a orar con éstas o palabras
similares:
En paz oremos al Señor.
Obispo consagrante recibe de un Diacono los ornamentos de los candidatos y
los bendice y los entrega para que se revistan, Presbítero y Diacono que se
consagran.
Todos se arrodillan, el Presbítero y Diacono que se consagra se prostra detrás
del obispo consagrante. y la Persona señalada dirige la Letanía para las
Ordenaciones.
Las Recita o Canta Maestro de Ceremonia.
Dios Padre,
Ten piedad de nosotros.
Dios Hijo,
Ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo,
Ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios,
Ten piedad de nosotros.
Oramos a ti, Cristo Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por la santa Iglesia de Dios, para que esté llena de verdad
y de amor, y se halle sin mancha en el día de tu venida,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por todos los miembros de tu Iglesia en su vocación y
ministerio, para que te sirvan en verdad y santidad de
vida,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por N. nuestro Primado, y por todos los obispos
presbíteros y diáconos, para que estén llenos de tu amor,
tengan hambre de tu verdad y sed de tu justicia,
te suplicamos, oh Señor.
17. Señor, atiende nuestra súplica.
Por El Revdo. Diacono LUCIANO ALBERTO CORAL OSPINA elegido Presbítero
y por el Revdo. Laico CARLOS ANIBAL PAZ ARAUJO elegido diácono) en tu
Iglesia,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Que cumpla ellos con fidelidad los deberes de estos
ministerios, edifique tu Iglesia y glorifique tu Nombre,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Que por la presencia del Espíritu Santo te dignes
sostenerle y alentarle a perseverar hasta el fin,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por su familia [los miembros de su casa o comunidad;
para que sea adornada de todas las virtudes cristianas,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por cuantos temen a Dios y creen en ti, Cristo Señor,
para que cesen nuestras divisiones y todos seamos uno,
como tú y el Padre son uno,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por la misión de la Iglesia, para que en testimonio fiel
proclame el Evangelio hasta los confines de la tierra,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por los que aún no creen y por los que han perdido la fe,
para que reciban la luz del Evangelio,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por la paz del mundo, para que entre las naciones y los
pueblos crezca un espíritu de respeto y comprensión,
te suplicamos, oh Señor.
Señor atiende nuestra súplica.
Por los que tienen cargos de responsabilidad pública
[especialmente Nuestro Señor Dr. Juan Manuel Santos Presidente de la República de
Colombia, para que sirvan a la
justicia y promuevan la dignidad y la libertad de toda
18. persona,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por tu bendición sobre todo trabajo humano y por el uso
debido de las riquezas de la creación, para que el mundo
sea librado de la pobreza, el hambre y el desastre,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por los pobres, los perseguidos, los enfermos y todos
cuantos sufren; por los refugiados, los prisioneros y por
todos los que están en peligro, para que hallen alivio y
protección,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por nosotros, por el perdón de nuestros pecados y por la
gracia del Espíritu Santo para enmendar nuestras vidas,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por cuantos han muerto en la comunión de tu Iglesia, y
por aquéllos cuya fe sólo tú conoces, para que con todos
tus santos tengan descanso en ese lugar donde no hay
dolor ni tristeza, sino vida eterna,
te suplicamos, oh Señor.
Señor, atiende nuestra súplica.
Gozándonos en la comunión de [la siempre Bendita Virgen
María, y del bienaventurado Guillermo Law, Presbítero, 1761 y todos los santos,
encomendémonos los unos a los otros, y toda nuestra
vida, a Cristo nuestro Dios.
Letanía de Acción de Gracias por una Iglesia
Demos gracias a Dios a quien adoramos aquí en la
hermosura de la santidad.
Dios eterno, el cielo de los cielos no puede contenerte,
mucho menos los muros de los templos hechos de manos.
Recibe bondadosamente nuestro agradecimiento por este
lugar, y acepta el trabajo de nuestras manos, que
ofrecemos a tu honra y gloria.
Por la Iglesia universal, de la cual estos edificios visibles
19. son símbolos,
Te damos gracias, Señor.
Por tu presencia cuando dos o tres se congregan en tu
Nombre,
Te damos gracias, Señor.
Por este lugar donde podemos estar en silencio y saber
que tú eres Dios,
Te damos gracias, Señor.
Por hacernos tus hijos por adopción y gracia, y por
renovarnos día a día con el Pan de Vida,
Te damos gracias, Señor.
Por el conocimiento de tu voluntad y la gracia para
efectuarla,
Te damos gracias, Señor.
Por el cumplimiento de nuestros deseos y peticiones
como más nos convenga,
Te damos gracias, Señor.
Por el perdón de nuestros pecados que nos restaura a la
compañía de tu pueblo fiel,
Te damos gracias, Señor.
Por la bendición de nuestros votos y la coronación de
nuestros años con tu bondad,
Te damos gracias, Señor.
Por la fe de los que han partido de esta vida, y por el
ánimo de su perseverancia,
Te damos gracias, Señor.
Por la comunión de San Sebastian todos tus
santos,
Te damos gracias, Señor.
Después de un breve silencio, el Celebrante concluye con la
siguiente Doxología:
Tuya, oh Señor, es la grandeza, el poder, la
gloria, la victoria y la majestad;
Pueblo Porque todo lo que hay en el cielo y en la tierra es tuyo.
Celebrante Tuyo, oh Señor, es el reino;
Pueblo Y tú eres excelso como cabeza sobre todo.
Amén.
A ti, Señor nuestro Dios.
20. Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
KYRIE:
Señor, Rey y Padre no engendrado, Verdadera Esencia de Dios, ten piedad de nosotros.
Señor, fuente de luz y Creador de todas las cosas, ten piedad de nosotros.
Señor, Tú que nos has marcado con el sello de tu imagen, ten piedad de nosotros.
Cristo, Verdadero Dios y Verdadero Hombre, ten piedad de nosotros.
Cristo, Sol Naciente, a través de quien son todas las cosas, ten piedad de nosotros.
Cristo, Perfección de la Sabiduría, ten piedad de nosotros.
Señor, Espíritu vivificador y poder de vida, ten piedad de nosotros.
Señor, Aliento del Padre y el Hijo, en quien son todas las cosas, ten piedad de nosotros.
Señor, Purificador del pecado y Limosnero de la Gracia, te rogamos no nos abandones a
causa de nuestras ofensas, Consolador del alma dolorida, ten piedad.
Terminada la letanía, y después del
Kyrie, el Obispo Consagrante se pone de pie y dice:
El Señor sea con ustedes.
Pueblo Y con tu espíritu.
Oremos.
Dios de poder inmutable y luz eterna: Mira con favor a
toda tu Iglesia, ese maravilloso y sagrado misterio; por la
operación eficaz de tu providencia lleva a cabo en
tranquilidad el plan de salvación; haz que todo el mundo
vea y sepa que las cosas que han sido derribadas son
levantadas, las cosas que han envejecido son renovadas,
y que todas las cosas están siendo llevadas a su
perfección, mediante aquél por quien fueron hechas, tu
Hijo Jesucristo nuestro Señor; que vive y reina contigo,
en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los
siglos de los siglos. Amén.
21. En el Ministerio de la Palabra
Se leen tres Lecciones. Laicos leen la Lección del Antiguo Testamento
y la Epístola. El Diácono (o un Presbítero) lee el Evangelio.
Normalmente, las selecciones se toman de la siguiente lista, pero en
una Fiesta Mayor, Domingo o Fiesta Patronal, éstas pueden tomarse
del Propio del Día.
Antiguo Testamento
Epístola
Cuando vaya a dedicarse un instrumento musical, después de la
Epístola el Obispo procede a un lugar apropiado, y dice:
Padre, tu pueblo te alaba con muchas voces y sonidos, en
tiempos de alegría y de tristeza. Muévenos a expresar la
maravilla, el poder y la gloria de tu creación en la música
que tocamos y en las canciones que cantamos.
V. Alábenle al son de la trompeta;
R. Alábenle con cuerdas y órgano.
Dedicamos este (nombre del instrumento) en Nombre
del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ahora, se toca música instrumental o se canta un himno o antífona.
Todos se ponen de pie para el Evangelio, que puede ser uno de los
siguientes:
Evangelio
Sermón o Discurso
Otros Ritos Pastorales pueden seguir.
Si no se ha dicho ya el Credo de los Apóstoles, ahora se canta o dice el
Credo Niceno.
Credo de los Apóstoles
Oficiante y Pueblo al unísono, todos de pie:
Creo en Dios Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor.
Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo
y nació de la Virgen María.
Padeció bajo el poder de Poncio Pilato.
Fue crucificado, muerto y sepultado.
Descendió a los infiernos.
Al tercer día resucitó de entre los muertos.
22. Subió a los cielos,
y está sentado a la diestra de Dios Padre.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de los muertos,
y la vida eterna. Amén.
El Diácono o un miembro de la congregación dirige la Oración de los
Fieles.
Después de un período de silencio el Obispo concluye con las
siguientes oraciones:
Dios todopoderoso, todos los tiempos son buenos para
ti, y todas las ocasiones invitan tu tierna misericordia:
Acepta nuestras oraciones e intercesiones que te
ofrecemos hoy en este lugar, y en los días venideros; por
Jesucristo, nuestro Mediador y Abogado. Amén.
Te damos gracias, oh Dios, por los dones de tu pueblo y
por el trabajo de muchas manos, que han embellecido y
equipado este lugar para la celebración de tus santos
misterios. Acepta y bendice todo lo que hemos hecho, y
concede que en estas cosas terrenas contemplemos el
orden y la belleza de las cosas celestiales; por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
Entonces el Obispo dice:
Oremos ahora por la consagración del Altar.
El Obispo se dirige hacia la Mesa y, con los brazos extendidos, dice:
Te alabamos, Dios todopoderoso y eterno, que por
nosotros y por nuestra salvación, enviaste a tu Hijo
Jesucristo a que naciera entre nosotros para que por él
seamos hechos tus hijos.
Bendito sea tu Nombre, Señor Dios.
Te alabamos por su vida en la tierra, y por su muerte en
la cruz, por la cual se ofreció a sí mismo como un
sacrificio perfecto.
Bendito sea tu Nombre, Señor Dios.
Te alabamos por haberle resucitado de entre los muertos,
y por haberle exaltado para que sea nuestro gran Sumo
23. Sacerdote.
Bendito sea tu Nombre, Señor Dios.
Te alabamos por enviarnos tu Espíritu Santo para que
nos santifique y nos una en tu santa Iglesia.
Bendito sea tu Nombre, Señor Dios.
El Obispo impone una mano sobre la Mesa, y continúa, diciendo:
Señor Dios, escúchanos. Santifica esta Mesa dedicada a
ti. Que ella sea señal del Altar celestial donde tus santos y
ángeles te alaban sin cesar. Acepta aquí el continuo
memorial del sacrificio de tu Hijo. Concede que todos los
que coman y beban de esta santa Mesa sean nutridos y
renovados por su Cuerpo y Sangre, perdonados de sus
pecados, unidos unos con otros y fortalecidos para tu
servicio.
Bendito sea tu Nombre: Padre, Hijo y Espíritu Santo,
ahora y por los siglos de los siglos. Amén.
Ahora se pueden repicar las campanas y tocar música. Miembros de la
congregación revisten el Altar, colocan los vasos sagrados sobre él y
encienden las velas.
Examen de candidato al Diaconado.
Todos se sientan, excepto el ordenando, quien permanece de pie
frente al Obispo.
El Obispo se dirige al ordenando de la siguiente manera:
Hermano mío, todo cristiano es llamado a seguir a
Jesucristo, sirviendo a Dios el Padre, con el poder del
Espíritu Santo. Dios te llama ahora a un ministerio
especial de servicio directamente bajo tu obispo. En
nombre de Jesucristo, sirve a todos, particularmente a los
pobres, débiles, enfermos y solitarios.
Como diácono en la Iglesia, estudia las Sagradas
Escrituras, buscando en ellas sustento, y forja tu vida de
acuerdo con ellas. Da a conocer a Cristo y su amor
redentor, por tu palabra y ejemplo, a aquéllos entre
quienes tú vives, trabajas y adoras. Interpreta a la Iglesia
las necesidades, preocupaciones y esperanzas del mundo.
Ayuda al obispo y a los presbíteros en el culto público y
24. en la ministración de la Palabra de Dios y los
Sacramentos, y desempeña otros deberes que se te
asignen de vez en cuando. En todo momento, tu vida y
enseñanza deberán mostrar al pueblo de Cristo que,
sirviendo a los desvalidos, están sirviendo al mismo
Cristo.
Hermano mío, ¿crees que estás verdaderamente llamado
por Dios y por su Iglesia a la vida y trabajo de un
diácono eterno.?
Respuesta Así lo creo.
Obispo Ahora, en presencia de la Iglesia, ¿te
comprometes a cumplir con este deber y
responsabilidad ?
Respuesta Sí, me comprometo.
Obispo ¿Te guiarás por la dirección pastoral y liderato
de tu Obispo?
Respuesta Así lo haré.
Obispo ¿Serás fiel en la oración y en la lectura y
estudio de las Sagradas Escrituras?
Respuesta Así lo haré.
Obispo ¿Buscarás a Cristo en los demás, estando
dispuesto a ayudar y servir a los necesitados?
Respuesta Así lo haré.
Obispo ¿Harás cuanto puedas por forjar tu vida [y la
de tu familia, o casa, o comunidad] de acuerdo
con las enseñanzas de Cristo, de tal manera
que seas un ejemplo saludable para todo tu
pueblo?
Respuesta Así lo haré.
Obispo ¿Buscarás en todo, no tu gloria sino la del
Señor Jesucristo ?
Respuesta Así lo haré.
Obispo Que el Señor por su gracia te sostenga en el
servicio que te impone.
Respuesta Amén.
Consagración del Diácono
Ahora, todos se ponen de pie, excepto el ordenando que se arrodilla
25. frente al Obispo.
Se canta el himno Veni Creator Spiritus, o el Veni Sancte Spiritus.
Un diacono trae los santo óleum y el Obispo consagrante unge con una cruz y
luego las tres cruces del Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Sigue un período de oración en silencio, mientras el pueblo permanece de pie.
Entonces el Obispo dice esta Oración de Consagración:
Oh Dios, Padre de toda misericordia, te alabamos por
habernos enviado a tu Hijo Jesucristo, quien tomó forma
de siervo, y se humilló a sí mismo, haciéndose obediente
hasta la muerte, y muerte de cruz. Te alabamos porque le
has exaltado hasta lo sumo, y le has hecho Señor de todo;
y porque por medio de él, sabemos que el que quiera ser
grande debe ser siervo de todos. Te alabamos por los
muchos ministerios en tu Iglesia, y por haber llamado a
éste tu siervo a la orden del diaconado eterno.
Ahora, el Obispo impone sus manos sobre la cabeza del ordenando,
y dice:
Por tanto, Padre, por medio de Jesucristo tu Hijo,
derrama sobre CARLOS ANIBAL PAZ ARAUJO. tu Espíritu Santo; cólmale de
gracia y
poder, y hazle un diácono eterno en tu Iglesia.
El Obispo continúa:
Hazle, oh Señor, modesto y humilde, fuerte y constante,
para observar la disciplina de Cristo. Que su vida y
enseñanza reflejen tus mandamientos, de tal modo que a
través de él muchos lleguen a conocerte y amarte. Y así
como tu Hijo vino no para ser servido sino para servir,
concede que este diácono comparta el servicio de Cristo,
y llegue a la gloria inacabable de aquél, quien contigo y el
Espíritu Santo vive y reina, un solo Dios, por los siglos de
los siglos.
El Pueblo en voz alta responde Amén.
Un Diacono lleva ornamentos a la familia (madre-hermana) se los entrega
para que ellos lo lleven al Obispo Consagrante, los Bendice y la familia
comienza a revestir al nuevo Diacono , de acuerdo con su orden.
Entonces el Obispo le entrega una Biblia al recién ordenado,
26. diciendo:
Recibe esta Biblia como señal de tu autoridad para
proclamar la Palabra de Dios y para ayudar en la
Administración de sus santos Sacramentos.
La Paz
Entonces el Obispo dice a la congregación:
La paz del Señor sea siempre con ustedes.
Pueblo: Y con tu espíritu.
Ahora el Obispo y el Clero saludan al recién ordenado.
Entonces el nuevo Diácono intercambia saludos con los miembros de
su familia y otros, como sea conveniente.
El Clero y el Pueblo se saludan mutuamente. El Diacono comienza a ejercer
sus funciones.
Examen del candidato al Presbiterio.
Todos se sientan, excepto el ordenando, quien permanece de pie
frente al Obispo.
El Obispo se dirige al ordenando de la siguiente manera:
Hermano mío, la Iglesia es la familia de Dios, el cuerpo
de Cristo y el templo del Espíritu Santo. Todos los
bautizados son llamados a dar a conocer a Cristo como
Salvador y Señor, y a compartir en la renovación de su
mundo. Has sido llamado ahora para trabajar como
pastor, sacerdote y maestro, junto con tu obispo y tus
hermanos en el presbiterado, y a participar en los
concilios de la Iglesia.
Como presbítero, será tu deber proclamar por palabra y
obra el Evangelio de Jesucristo, forjando tu vida de
acuerdo con sus preceptos. Ama y sirve al pueblo entre el
que trabajas, cuidando igualmente de jóvenes y ancianos,
de fuertes y débiles, de ricos y pobres. Predica, declara el
perdón de Dios a los pecadores penitentes, pronuncia la
bendición de Dios, comparte en la administración del
Santo Bautismo y en la celebración de los misterios del
Cuerpo y Sangre de Cristo, y desempeña las otras
funciones a ti confiadas.
En todo cuanto hagas, sustenta al pueblo de Cristo con
las riquezas de su gracia, y fortalécele para glorificar a
27. Dios en esta vida y la venidera.
Hermano mío ¿crees que estás verdaderamente llamado
por Dios y por su Iglesia a este sacerdocio?
Respuesta Así lo creo.
Obispo Ahora, en presencia de la Iglesia, ¿te
comprometes a cumplir con este deber y
responsabilidad?
Respuesta Sí, me comprometo.
Obispo¿Respetarás y serás guiado por la dirección
pastoral y liderato de tu obispo?
Respuesta Así lo haré.
Obispo ¿Serás diligente en la lectura y estudio de las
Sagradas Escrituras, y en la búsqueda del
conocimiento de aquello que te haga un
ministro de Cristo más fuerte y capaz?
Respuesta Así lo haré.
Obispo ¿Te esforzarás de tal manera en ministrar la
Palabra de Dios y los sacramentos del Nuevo
Pacto, a fin de que el amor reconciliador de
Cristo sea conocido y recibido?
Respuesta Así lo haré.
Obispo ¿Tratarás de ser un fiel pastor para aquéllos a
quienes estás llamado a servir, trabajando
junto con ellos y con tus compañeros
ministros para edificar la familia de Dios?
Respuesta Así lo haré.
Obispo ¿Harás cuanto puedas por forjar tu vida [y la
de tu familia, o casa, o comunidad] de
acuerdo con las enseñanzas de Cristo, de tal
manera que seas un ejemplo saludable para
todo tu pueblo?
Respuesta Así lo haré.
Obispo ¿Perseverarás en la oración, tanto en público
como en privado, pidiendo la gracia de Dios,
tanto para ti como para los demás, ofreciendo
todo tu trabajo a Dios, por la mediación de
Jesucristo y en la santificación del Espíritu
Santo?
28. Respuesta Así lo haré.
Obispo Que el Señor, que te ha dado la voluntad de
hacer estas cosas, te conceda también la gracia
y la fortaleza para realizarlas.
Respuesta Amén.
Consagración del Presbítero
Ahora, todos se ponen de pie, excepto el ordenando que se arrodilla
frente al Obispo y los presbíteros, quienes se sitúan a la derecha e
izquierda del Obispo.
Se canta el himno Veni Creator Spiritus, o el Veni Sancte Spiritus.
El Obispo consagrante, y El Obispo asistente se sienta en su silla. Y la
comunidad se sienta.
El Santo Oleum
El Maestro de Ceremonia o el Presbitero traen el Santo Oleum, El Consagrante
Bendice el Oleum,
El Obispo Consagrante Rocia en forma de Cruz, el Santo Oleum al rededor
de la Cabeza.
Se canta el himno Veni Creator Spiritus, o el Veni Sancte Spiritus.
La unción de las Manos, sobre las líneas de las palmas con la tres cruz +
Obispo: Unjo estas manos como símbolo de potestad, autoridad, hacer buenas obras,
han de resplandecer la gracia del Espíritu Santo, la edificación y el ejemplo de su vida y
para que continúen ungiendo y consagrando El cuerpo y La Sangre de Jesús
Resucitado, que es el resplandor del Espíritu Santo.
Amen.
La venda de las Manos.
El Maestro de Ceremonia venda las manos del Nuevo Presbitero quien las
coloca la derecha sobre la izquierda. Y trae el agua bendita, Obispo
Consagrante se esparce agua Bendita. Sobre las manos.
29. Obispo: Dios todopoderoso, te damos gracias por habernos
hecho a tu propia imagen para participar en el
ordenamiento de tu mundo. Recibe el trabajo de nuestras
manos en este lugar, que ahora va a ser apartado para tu
adoración, para la edificación de los vivos y en memoria
de los muertos, para la alabanza y gloria de tu Nombre;
por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
EL Pan y Cáliz
Trae El Pan y Cáliz, Un Presbítero o el maestro de ceremonia y se lo entrega
al Obispo consagrante, le esparce agua Bendita y lo recibe el Presbitero electo
con las puntas de los dedos
Obispo: Recibe este Pan y Cáliz como símbolo del cuerpo del señor y el Cáliz donde se
deposita el vino como símbolo de la sangre de Jesús Resucitado. Que sea en el nombre
del Padre del Hijo y el Espíritu Santo. Amén.
Presbítero electo dice: Acepto.
Sigue un período de oración en silencio, mientras el pueblo permanece
de sentado.
Entonces el Obispo se coloca de pie y dice esta Oración de Consagración:
Dios y Padre de todos, te alabamos por tu amor infinito
al llamarnos para ser un pueblo santo en el reino de tu
Hijo Jesús nuestro Señor, que es la imagen de tu gloria
eterna e invisible, el primogénito entre muchos
hermanos, y la cabeza de la Iglesia. Te damos gracias
porque, por su muerte, ha vencido a la muerte, y
habiendo ascendido a los cielos, ha derramado
abundantemente sus dones sobre tu pueblo, haciendo a
unos apóstoles, a otros profetas, a unos evangelistas, a
otros pastores y maestros, a fin de equipar a los santos
para la obra del ministerio y para la edificación de su
cuerpo.
Ahora, el Obispo impone sus manos sobre la cabeza del ordenando;
los Presbíteros presentes también imponen sus manos. Al mismo
tiempo, el Obispo dice:
Por tanto, Padre, por medio de Jesucristo tu Hijo,
derrama sobre LUCIANO ALBERTO CORAL OSPINA. tu Espíritu Santo; cólmale
de gracia y poder, y hazle un sacerdote en tu Iglesia.
30. Ahora el nuevo presbítero es revestido de acuerdo con su orden. un diacono trae la
Estola y se la entrega al Obispo.
El Obispo le coloca la Estola
Diciendo:
Esta estola es el santo símbolo de autoridad presbiteral, la cual le permite un servicio
más a la comunidad de entrega que sea en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo
Amen
Entonces el Obispo le entrega Los Sagrados Libros del Evangelio al recién ordenado,
diciendo:
Recibe esta Biblia como señal de la autoridad que te es
dada para predicar la Palabra de Dios y para administrar
sus santos Sacramentos. No olvides la confianza puesta
en ti como sacerdote de la Iglesia de Dios.
El Obispo de pie levanta al recién ordenado, lo saluda.
La Paz
Entonces el nuevo Presbítero dice a la congregación:
La paz del Señor sea siempre con ustedes.
Pueblo Y con tu espíritu.
Los Presbíteros saludan al recién ordenado, quien entonces saluda a
los miembros de su familia y a otros, como sea conveniente. El Clero
y el Pueblo se saludan mutuamente.
Celebración y Bendición
De la Sagrada Familia (Matrimonio)
El Celebrante, de cara al pueblo y a los contrayentes (la novia a
la derecha y el novio a la izquierda), se dirige a la congregación y dice:
Muy amados: Nos hemos reunido en la presencia de
Dios para bendecir y ser testigos de la unión entre este
hombre y esta mujer en Santo Matrimonio. Dios
estableció en la creación el vínculo y pacto matrimonial,
y nuestro Señor Jesucristo honró esta forma de vida con
su presencia y su primer milagro en las bodas de Caná de
Galilea. El matrimonio significa para nosotros el misterio
de la unión entre Cristo y su Iglesia, y las Sagradas
Escrituras recomiendan que sea honrado entre todos los
31. pueblos.
Es la voluntad de Dios que la unión de esposo y esposa
en corazón, cuerpo y mente sea para gozo mutuo; para la
ayuda y el consuelo que cada uno se dé, tanto en la
prosperidad como en la adversidad; y, cuando Dios lo
disponga, para la procreación de los hijos y su formación
en el conocimiento y amor del Señor. Por tanto, el
matrimonio no debe emprenderse inconsiderada o
ligeramente, sino con reverencia, deliberación y de
acuerdo con los propósitos para los cuales Dios lo
instituyó.
N.N. y N.N. vienen ahora para enlazar sus vidas en esta
santa unión. Si alguno de ustedes puede mostrar causa
justa por la cual no puedan casarse lícitamente, dígalo
ahora, o de aquí en adelante, guarde silencio.
A continuación el Celebrante dice a los contrayentes:
N. y N., aquí, en la presencia de Dios, yo les requiero y
encargo que si uno de ustedes conoce alguna razón por la
cual no pueden unirse en matrimonio lícitamente, y de
acuerdo con la Palabra de Dios, lo confiese ahora.
Declaración de Consentimiento
El Celebrante dice a la mujer:
N., ¿quieres tomar a este hombre como tu esposo, para
vivir juntos en el pacto del matrimonio; para amarle,
confortarle, honrarle y cuidarle, tanto en tiempo de
enfermedad como de salud; y, renunciando a todos los
demás, quieres serle fiel mientras los dos vivan?
La Mujer responde:
Sí, quiero.
El Celebrante dice al hombre:
N., ¿quieres tomar a esta mujer como tu esposa, para
vivir juntos en el pacto del matrimonio; para amarla,
conformarla, honrarla y cuidarla, tanto en tiempo de
enfermedad como de salud; y, renunciando a todas las
demás, quieres serle fiel mientras los dos vivan?
El Hombre responde:
32. Sí, quiero.
A continuación el Celebrante dice a la congregación:
Ustedes, testigos de este consentimiento, ¿harán cuanto
puedan para sostener a estas dos personas en su
matrimonio?
Pueblo Sí, lo haremos.
Si hay presentación o entrega de los cónyuges, éste es el momento
para hacerlo. Véase la página 359.
Puede seguir un himno, salmo o antífona.
Ministerio de la Palabra
El Celebrante dice al pueblo:
El Señor sea con ustedes.
Pueblo Y con tu espíritu.
Oremos.
Dios bondadoso y eterno, tú nos has creado hombre y
mujer a tu propia imagen: Mira con misericordia a este
hombre y a esta mujer que vienen a ti pidiendo tu
bendición; ayúdales con tu gracia, para que con fidelidad
verdadera y amor constante honren y guarden las
promesas y votos que hacen; por Jesucristo nuestro
Salvador, que vive y reina contigo, en la unidad del
Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.
Matrimonio
El Hombre, frente a la mujer, la toma de la mano derecha, y dice:
En el Nombre de Dios, yo, N., te recibo a ti, N., para ser
mi esposa, desde hoy en adelante, para tenerte y
conservarte, en las alegrías y en las penas, en la riqueza y
en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para
amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe. Este es
mi voto solemne.
Luego se sueltan las manos, y la Mujer, todavía frente al hombre, lo
toma de la mano derecha, y dice:
En el Nombre de Dios, yo, N., te recibo a ti, N., para ser
mi esposo, desde hoy en adelante, para tenerte y
conservarte, en las alegrías y en las penas, en la riqueza y
33. en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para
amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe. Este es
mi voto solemne.
Se sueltan las manos.
El Sacerdote puede pedir la bendición de Dios sobre los anillos, de la
siguiente manera:
Bendice, oh Señor, este anillo, para que sea signo de los
votos por los cuales este hombre y esta mujer se han
unido el uno al otro; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
El contrayente coloca el anillo en el anular de la otra persona, y dice:
N., te doy este anillo como símbolo de mis votos, y con
todo lo que soy, y con todo lo que tengo, yo te honro, en
el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo (o,
en el Nombre de Dios.)
Luego el Celebrante junta la mano derecha de los contrayentes, y dice:
Puesto que N. y N. se han dado el uno al otro por medio
de votos solemnes, con la unión de las manos y con la
entrega y recepción de anillos, yo los declaro esposo y
esposa, en el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu
Santo.
A quienes Dios ha unido, nadie los separe.
Pueblo Amén.
Plegarias
Todos de pie, el Celebrante dice:
Oremos, con las palabras que nuestro Salvador nos
enseñó.
Pueblo y Celebrante
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
34. No nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino,
tuyo es el poder,
y tuya es la gloria,
ahora y por siempre. Amén.
El Diácono u otra Persona señalada lee las siguientes oraciones, a las
cuales el Pueblo responde, diciendo, Amén.
Cuando no haya Comunión, se puede omitir una o más de las
oraciones.
Oremos.
Eterno Dios, creador y conservador de la vida, autor de
la salvación y dador de toda gracia: Mira con tu favor al
mundo que has hecho y por el cual tu Hijo dio su vida, y
especialmente a este hombre y a esta mujer, a quienes
haces una cola carne en Santo Matrimonio. Amén.
Confiéreles sabiduría y devoción, para que ordenen su
vida en común, de tal modo que cada uno sea para el
otro fortaleza en la necesidad, consejero en la duda,
consuelo en la tristeza y compañero en el gozo. Amén.
Concede que sus voluntades se entrelacen en tu voluntad,
y sus espíritus en tu Espíritu, para que crezcan en amor y
paz contigo y el uno con el otro, todos los días de su
vida. Amén.
Dales gracia para que, cuando se ofendan el uno al otro
reconozcan y acepten sus faltas, se pidan perdón y
busquen el tuyo, oh Señor. Amén.
Haz que su vida en común sea un signo del amor de
Cristo para este mundo dividido y pecador, y que la
unidad venza la división, el perdón sane la culpa y el
gozo conquiste la desesperación. Amén.
Otórgales, si es tu voluntad, el don y la herencia de hijos,
y la gracia para criarlos en tu conocimiento, amor y
servicio. Amén.
Dales tal plenitud de su afecto mutuo que se proyecten
en amor y preocupación por los demás. Amén.
35. Concede que todas las personas casadas que han sido
testigos de este intercambio de votos vean fortalecidas
sus vidas y confirmada su lealtad. Amén.
Haz que los lazos de nuestra humanidad común, que
mantienen unidos a todos tus hijos, y a los vivos con los
muertos, sean transformados de tal manera por tu gracia,
que tu voluntad se haga en la tierra como en el cielo;
donde vives y reinas, oh Padre, con tu Hijo y el Espíritu
Santo, en perfecta unidad, por los siglos de los siglos.
Amén.
Bendición del Matrimonio
El pueblo permanece de pie. El esposo y la esposa se arrodillan, y el
Sacerdote dice una de las siguientes oraciones:
Dios de toda bondad, te damos gracias por tu benigno
amor al enviar a Jesucristo entre nosotros, para nacer de
una madre humana, y para transformar el camino de la
cruz en el sendero de la vida. También te damos gracias
por consagrar en su Nombre la unión del hombre y la
mujer. Por el poder de tu Santo Espíritu derrama la
abundancia de tu bendición sobre este hombre y esta
mujer. Defiéndelos de todo enemigo. Guíalos en la
plenitud de tu paz. Que su mutuo amor sea un sello sobre
sus corazones, un manto sobre sus hombros y una tiara
sobre sus frentes. Bendícelos en su trabajo y en su
compañerismo; en su dormir y en su despertar; en sus
gozos y en sus penas; en su vida y en su muerte.
Finalmente, por tu misericordia, llévalos a la mesa de tu
hogar celestial donde tus santos festejan para siempre;
por Jesucristo nuestro Señor, que contigo y el Espíritu
Santo vive y reina, un solo Dios, por los siglos de los
siglos Amén.
o bien:
Oh Dios, que al consagrar el pacto matrimonial nos
muestras la unidad espiritual entre Cristo y su Iglesia:
Otorga tu bendición a estos tus siervos, para que se
amen, se honren y se cuiden, con fidelidad y paciencia,
36. con sabiduría y verdadera santidad, de tal manera que
su hogar sea un puerto de bendición y de paz; por
Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el
Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
Mientras el esposo y la esposa permanecen de rodillas, el Sacerdote
añade esta bendición:
Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo les bendiga,
conserve y guarde: el Señor por su misericordia mire con
favor hacia ustedes, y les colme de toda bendición
espiritual y gracia, para que fielmente vivan juntos en
esta vida, y en la venidera tengan vida eterna. Amén.
LITURGIA EUCARÍSTICA
EL ARZOBISPO COMENZARÁ EL OFERTORIO, CON EL SIGUIENTE
VERSÍCULO:
S. Rindamos al Señor la gloria debida a su nombre entremos a su presencia
trayéndole ofrendas.
LAS OFRENDAS SON TRAIDAS POR LOS FAMILIARES DEL
PRESBÍTERO ORDENADO.
SI HAY HIMNO DE OFERTORIO, SE ENTONA CUANDO LOS MINISTROS
COLOCAN EN EL ALTAR EL CORPORAL, EL PURIFICADOR Y EL
CÁLIZ.
(SENTADOS)
Presentación de las ofrendas
EL ARZOBISPO PRESENTA LAS OFRENDAS DEL PUEBLO, DICIENDO:
S. Todo es tuyo, oh señor
P. Y de lo tuyo, te damos.
37. Presentación del pan
EL ARZOBISPO SE ACERCA AL ALTAR, TOMA LA PATENA CON EL
PAN Y, MANTENIÉNDOLA LEVANTADA, DICE:
S. Bendito seas Señor, Dios del Universo, por este pan, fruto de la tierra y del
trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te la presentamos;
él será para nosotros pan de vida.
P. Bendito sea por siempre, Señor.
EL ARZOBISPO DEPOSITA LA PATENA CON EL PAN SOBRE EL
CORPORAL.
Presentación del vino
SEGUIDAMENTE EL ARZOBISPO TOMA EL CÁLIZ Y,
MANTENIÉNDOLO LEVANTADO, DICE:
S. Bendito seas Señor, Dios del Universo, por este vino, fruto de la vid y del
trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te la presentamos;
él será para nosotros bebida de salvación.
P. Bendito sea por siempre, Señor.
EL ARZOBISPO ENTONCES COLOCA EL CÁLIZ, SOBRE EL CORPORAL.
SEGÚN LA OPORTUNIDAD, EL REVERENDO INCIENSA LAS
OFRENDAS Y EL ALTAR, LUEGO EL DIÁCONO, INCIENSA AL
ARZOBISPO Y AL PUEBLO.
Lavado
UNO DE LOS DIÁCONOS SE ACERCA AL ARZOBISPO, QUIEN SE LAVA
LAS MANOS DICIENDO:
38. S. Lavaré mis manos en aguas de inocencia y daré vueltas en torno a tu altar,
Señor.
P. Entonando cánticos de alabanza, y pregonando todas tus maravillas.
(DEPIE)
Oremus fratres
ENTONCES EL ARZOBISPO DICE:
S. Oremos hermanos, puesto que el sacrificio de Jesucristo es agradable a Dios
Padre, todopoderoso.
P. El Señor recibe de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su
nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
PLEGARIA EUCARISTICA
EL ARZOBISPO, DE FRENTE A LA CONGREGACIÓN, CANTA O
PRONUNCIA EL SIGUIENTE DIÁLOGO, CON LAS MANOS
EXTENDIDAS:
S. El Señor sea con nosotros.
P. Y con tu espíritu.
S. Levantemos el corazón.
P. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
S. Demos gracias a Dios, nuestro Señor.
P. Es justo darle gracias y alabanza.
PREFACIO
S. En verdad es digno, justo y saludable, darte gracias en todo tiempo y lugar.
Padre omnipotente y sempiterno, creador de cielo y tierra, por Jesucristo
nuestro Señor.
39. Lectura del Maestro de Ceremonia
Santo Prefacio común, Conmemoración:
Mártir Sebastián y sus compañeros
18 de diciembre
Nació en Milan Italia entre los años 250 y 256.
Al ser de linaje distinguido obtuvo el favor del emperador Carinu, quien lo
nombro con un cargo militar, luego de esto Diocleciano lo convirtió en el
principal de los pretorianos.
Sebastián poseía un alma humanitaria y desde el lugar que ocupaba muchas
veces fue protector de los pobres y de cristianos, también era muy querido y
ayudaba a las necesidades de la iglesia de Roma, por eso el Papa de Roma,
Gayo (283-296) lo nombro defensor de la iglesia Al comenzar las persecuciones
a los cristianos fue arrestado un grupo de creyentes, al enterarse Sebastián fue
a apoyarlos espiritualmente y en el momento que eran juzgados y condenados a
muerte, ante el asombro de todos Sebastián declaro su fe en Cristo. Diocleciano
ordeno su muerte y comenzaron a herirlo en su pecho con lanzas.
Su cuerpo, que lo habían considerado sin vida, fue entregado a una viuda,
Luciana, que al recibirlo noto que todavía respiraba, después de cuidar y sanar
sus heridas recupero su salud. Enterado Diocleciano.
40. SEGÚN LA FESTIVIDAD.
GUILLERMO LAW (1761)
"SI HEMOS DE SEGUIR A CRISTO HA DE SER EN EL MODO COMÚN DEL VIVIR
DIARIO. SI HEMOS DE VIVIR ORIENTADOS HACIA DIOS EN CUALQUIER
MOMENTO Y LUGAR, HEMOS DE VIVIR ORIENTADOS HACIA ÉL EN TODO
TIEMPO Y LUGAR. SI HEMOS DE USAR CUALQUIER COSA COMO UN REGALO
DE DIOS, HEMOS DE USARLO TODO COMO SI FUERA SU REGALO". ASÍ
ESCRIBÍA GUILLERMO LAW EN L728 EN UNA LLAMADA SERIA A UNA VIDA
DEVOTA Y SANTA.
A ESTE CALLADO MAESTRO DE ESCUELA DE PUTNEY, INGLATERRA,
APENAS SE LE PUEDE CONSIDERAR COMO REVOLUCIONARIO, Y SIN
EMBARGO SU LIBRO TUVO REPERCUSIONES CASI REVOLUCIONARIAS. EL
RETO QUE HIZO DE VIVIR LA VIDA CRISTIANA SERIAMENTE TUVO UN
ACOGIDA MÁS ENTUSIASTA DE LO QUE ÉL SE PODÍA IMAGINAR, E INFLUYÓ
ENORMEMENTE EN LAS VIDAS DE ENRIQUE VENN, JORGE WHITEFIELD, Y
JUAN WESLEY. MÁS QUE NADIE GUILLERMO LAW ESTABLECIÓ LOS
FUNDAMENTOS DEL AVIVAMIENTO RELIGIOSO DEL SIGLO XVIII CON EL
MOVIMIENTO EVANGÉLICO DE INGLATERRA Y EL GRAN DESPERTAR EN
ESTADOS UNIDOS. PARA MUCHOS LAW FUE EL MODELO EJEMPLAR DE
CURA RURAL. SU VIDA SE CARACTERIZÓ POR LA SENCILLEZ, LA DEVOCIÓN
Y LAS OBRAS DE CARIDAD. COMO ERA UNO DE LOS QUE REHUSARON
PRESTAR JURAMENTO (NON-JURORS) DE FIDELIDAD A LA CASA HANOVER
SE LE PRIVÓ DE LA AYUDA NORMAL PARA PODER VIVIR QUE LA IGLESIA DE
INGLATERRA DABA A LOS CLÉRIGOS. POR ELLO, DE 1727 A 1737 TRABAJÓ
COMO PRECEPTOR DEL PADRE DE EDUARDO GIBBON, EL HISTORIADOR.
ORGANIZÓ ESCUELAS Y CASAS DE CARIDAD PARA LOS POBRES. DEFENDIÓ
CON FIRMEZA LOS SACRAMENTOS Y LA BIBLIA CONTRA LOS ATAQUES DE
LOS DEÍSTAS. HABLÓ CON ELOCUENCIA CONTRA LA GUERRA DE SU TIEMPO.
SUS INSPIRADOS SERMONES Y ESCRITOS LE HAN GANADO UN PUESTO
PERMANENTE EN LA LITERATURA CRISTIANA. (SE LE CONMEMORA EL 10
DE ABRIL)
41. S. Porque Él, con su nacimiento restauró nuestra naturaleza caída; con su
muerte destruyó nuestro pecado; al resucitar nos dio nueva vida; y en su
ascensión nos abrió el camino de tu reino eterno.
Por lo tanto, te alabamos uniendo nuestras vocees con los ángeles y arcángeles,
y con todos los coros celestiales que, proclamando la gloria de tu nombre, por
siempre cantan este himno:
P. Santo, santo, santo es el Señor, Dios del universo. Llenos están el cielo y la
tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Ben + dito el que viene en nombre del
Señor. Hosanna en el cielo.
(DE RODILLAS)
EL ARZOBISPO, CON LAS MANOS EXTENDIDAS SOBRE LA OBLATA
DICE:
S. Santifica + estos dones con el derramamiento de tu Espíritu Santo de
manera que sea para nosotros + Cuerpo y + Sangre de Jesucristo nuestro
Señor y Salvador.
Palabras de la Institución
P. Padre santo y bondadoso, en tu amor infinito nos hiciste para ti; y cuándo
caímos en pecado y quedamos esclavos del mal y de la muerte. Tú en tu
misericordia, enviaste a Jesucristo, tu Hijo único y eterno, para compartir
nuestra naturaleza humana, para vivir y morir como uno de nosotros, y así
reconciliamos contigo, el Dios y Padre de todos.
EL ARZOBISPO EXTIENDE LAS MANOS.
S. Extendió sus brazos sobre la cruz por nuestra redención, y en obediencia a
tu voluntad, hizo allí la oblación y satisfacción por los pecados de todo el
mundo. En la noche en que fue entregado al sufrimiento y a la muerte; nuestro
Señor Jesucristo, tomó el pan
42. EL ARZOBISPO TOMA EL PAN DE LA PATENA, LO MANTIENE UN
POCO ELEVADO; Y PROSIGUE:
S. y dando gracias + lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
EL ARZOBISPO SE INCLINA REVERENTEMENTE.
S. Tomen y coman. Este es mí cuerpo entregado por ustedes hagan esto como
memorial mío.
MUESTRA AL PUEBLO EL PAN CONSAGRADO, LO DEJA SOBRE LA
PATENA Y LO REVERENCIA CON UNA, PROSIGUE:
S. Del mismo modo, después de la cena, tomó el cáliz
TOMA EL CÁLIZ LO ELEVA UN POCO Y PROSIGUE:
S. Y dándote gracias + de nuevo. Lo pasó a sus discípulos, diciendo:
EL ARZOBISPO SE INCLINA REVERENTEMENTE:
S. Tomen y beban todos de él. Este es el cáliz de mi sangre. Sangre del nuevo
pacto, derramada por ustedes y por muchos para el perdón de los pecados.
Siempre que lo beban, háganlo como memorial mío.
MUESTRA AL PUEBLO EL CÁLIZ, LO DEJA SOBRE EL CORPORAL, Y
LO REVERENCIA CON UNA GENUFLEXIÓN. PROSIGUE DICIENDO:
S. Por tanto, proclamamos el misterio de fe.
P. Cristo ha muerto.
Cristo ha resucitado.
Cristo volverá.
Oración intercesoria
43. S. Te pedimos. Señor, que esta víctima de reconciliación traiga la paz y la
unidad al mundo entero. Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia
peregrina en la tierra. A tu servidor.... Arzobispo de Cantobery; a Patriarca de
Constantinopla: a Patriarca de Roma; a nuestro. Vicario Reverendo (obispo)
diocesano; al venerable colegio episcopal, y todos los clérigos y laicos en la
familia cristiana. Atiende a los deseos de esta congregación por el privilegio de
estar aquí reunida, y reúne en torno a ti. Señor y Padre nuestro a todos tus
hijos dispersos por el mundo.
A nuestros hermanos + difuntos y a cuantos durmieron en tu amistad
(especialmente......) recíbelos en tu Reino, donde esperamos gozar todos juntos
de la plenitud eterna de tu gloria.
Santifícalos + a nosotros para que así recibas fielmente ese santo Sacramento
y seamos perseverantes en tu servicio en paz y unidad. Y en el día postrero
llévanos con todos tus santos al gozo de tu reino eterno.
JUNTANDO LAS MANOS SOBRE EL PECHO.
S. Por Cristo nuestro señor, por quien concedes al mundo todos los bienes.
Doxología
TOMA LA PATENA EN LA MANO DERECHA, Y EL CÁLIZ EN LA
MANO IZQUIERDA, Y DE FRENTE AL ALTAR LOS LEVANTA
MOSTRÁNDOLOS AL PUEBLO Y DICIENDO:
P. Por Cristo, con él y en él en la unidad del Espíritu Santo, tuyos son el honor
y la gloria Padre Omnipotente, ahora y por siempre. Amen.
RITO DE COMUNION
Pater noster
UNA VEZ QUE HA DEJADO EL CÁLIZ Y LA PATENA SOBRE EL
CORPORAL, EL ARZOBISPO JUNTANDO LAS MANOS, DICE:
44. S. Oremos como nuestro Salvador Cristo nos ha enseñado:
P. Padre nuestro, que estas en el cielo. Santificado sea tu nombre; venga tu
reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan
de cada día. Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a
quien nos ofenden. No nos deje caer en tentación y líbranos del mal. Porque
tuyo es el reino, tuyo es el poder y tuya es la gloria ahora y por siempre. Amen.
Fracción del pan
AL PARTIR EL PAN, EL ARZOBISPO DIRÁ:
S. (Aleluya) Cristo nuestra pascua se ha sacrificado por nosotros.
P. Celebramos la fiesta (Aleluya).
Agnus Dei
EL ARZOBISPO CANTA.
S. Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
P. Ten piedad de nosotros.
S. Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
P. Ten piedad de nosotros.
S. Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
P. Danos la paz.
Oración de acceso humilde
EL ARZOBISPO SE ARRODILLARSE DELANTE DEL ALTAR E
INVITARA AL PUEBLO A PARTICIPAR DE LA COMUNIÓN, DECIE:
S. Hermanos, a fin de participar debidamente de las delicias celestiales, todos
juntos digamos:
P. Nosotros no nos atrevemos a venir a esta tu mesa, Señor misericordioso,
confiados en nuestra rectitud, sino en tus muchas y grandes misericordias. Mas
45. tú eres el mismo Señor, siempre misericordioso por naturaleza: concédenos
Señor, en tu clemencia, que de tal modo comamos la carne de tu amado Hijo
Jesucristo, y bebamos su sangre, que nuestros cuerpos pecadores sean limpios
por su cuerpo, y nuestras almas lavadas por su preciosísima sangre; y que
siempre vivamos en ÉL, y Él en nosotros. Amén.
Invitatorio
EL ARZOBISPO, PONIÉNDOSE DE PIE Y DE FRENTE AL PUEBLO,
SOSTENIENDO EN SUS MANOS LOS DIVINOS ELEMENTOS,
FORMULARÁ UNA DE LAS INVITACIONES QUE APARECEN A
CONTINUACIÓN:
S. Los dones de Dios, para el pueblo de Dios. Tomémoslos en memoria de Cristo
murió por nosotros, y alimentémonos de él en nuestros corazones, por fe y con
agradecimiento.
P. Amén.
EL ARZOBISPO COMULGA DE ULTIMO. LUEGO DISTRIBUYE LA
COMUNIÓN A NUEVO OBISPO Y EL DISTRIBUYE LOS MINISTROS, EN
ORDEN JERÁRQUICO.
(DE PIE)
Administración de la comunión
Los niños y niñas que van a participar en la eucaristía por primera vez de
rodillas Dicen la siguiente oración:
Antes de comulgar
¡Hazte presente! Hazte presente, oh Jesús, nuestro gran
Sumo Sacerdote, así como te hiciste presente con tus
discípulos, y muéstrate a nosotros en la fracción del Pan;
tú que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo,
46. ahora y por siempre. Amén.
A AL DISTRIBUIR LA COMUNIÓN PRIMERO A LOS NIÑOS Y
NIÑAS QUE TOMAN LA SAGRADA COMUNIÓN Y LUEGO PUEBLO, EL
ARZOBISPO, DIRÁ LAS SIGUIENTES PALABRAS:
S. El Cuerpo de Cristo, pan del cielo.
P. Amen
S. La Sangre de Cristo, cáliz de salvación.
P. Amen
(SENTADOS)
DURANTE LA DISTRIBUCIÓN, PUEDE CANTARSE UNO O MÁS
HIMNOS, SALMOS Y/O ANTÍFONAS APROPIADAS. ACABADA LA
COMUNIÓN, EL DIÁCONO (O EL MISMO REVERENDO) PURIFICA LA
PATENA SOBRE EL CÁLIZ, Y LUEGO EL CÁLIZ. DESPUÉS EL
ARZOBISPO PUEDE IR A LA SEDE. SI SE CONSIDERA OPORTUNO SE
PUEDE GUARDAR UN MOMENTO DE SILENCIO.
Acción de gracias
Los niños y niñas que participaron de la Sagrada Eucaristía por primera vez,
siguen de rodillas Dicen la siguiente oración:
Después de comulgar
Oh Señor Jesucristo, que en un Sacramento maravilloso
nos has dejado el memorial de tu pasión: Concédenos, te
suplicamos, que de tal modo veneremos los sagrados misterios de tu Cuerpo y
Sangre, que discernamos
constantemente en nosotros el fruto de tu redención; tú
que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo, un
solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
47. Presentación y Examen de los Candidatos a Confirmación
El Obispo dice:
Que los Candidatos sean presentados ahora.
Presentadores:
Presento a estas personas para la
Confirmación.
o bien: Presento a estas personas para ser recibidas en
esta Comunión.
o bien: Presento a estas personas que desean
reafirmar sus votos bautismales.
El Obispo pregunta a los candidatos:
¿Reafirmas tu renuncia al mal?
Candidato La reafirmo.
Obispo ¿Renuevas tu entrega a Jesucristo?
Candidato La renuevo, y con la gracia de Dios le seguiré
como mi Señor y Salvador.
Después de que todos hayan sido presentados, el Obispo dice a la
congregación:
Ustedes, testigos de estos votos, ¿harán todo cuanto
puedan para sostener a estas personas en su vida en
Cristo ?
Pueblo Así lo haremos.
338 Confirmación
El Obispo dice éstas u otras palabras similares:
Unámonos a estas personas que ahora se entregan a
Cristo, y renovemos también nuestro propio pacto
bautismal.
Pacto Bautismal
Obispo ¿Crees en Dios Padre?
Pueblo Creo en Dios Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra.
48. Celebrante ¿Crees en Jesucristo, el Hijo de Dios?
Pueblo Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor.
Fue concebido por obra y gracia del
Espíritu Santo
y nació de la Virgen María.
Padeció bajo el poder de Poncio Pilato.
Fue crucificado, muerto y sepultado.
Descendió a los infiernos.
Al tercer día resucitó de entre los muertos.
Subió a los cielos,
y está sentado a la diestra de Dios Padre.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y
muertos.
Obispo ¿Crees en Dios el Espíritu Santo?
Pueblo Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de los muertos
y la vida eterna.
Obispo ¿Continuarás en la enseñanza y comunión de
los apóstoles, en la fracción del pan y en las
oraciones?
Pueblo Así lo haré, con el auxilio de Dios.
Obispo ¿Perseverarás en resistir al mal, y cuando
caigas en pecado, te arrepentirás y te volverás
al Señor?
Pueblo Así lo haré, con el auxilio de Dios.
Obispo ¿Proclamarás por medio de la palabra y el
ejemplo las Buenas Nuevas de Dios en Cristo?
Pueblo Así lo haré, con el auxilio de Dios.
Obispo ¿Buscarás y servirás a Cristo en todas las
personas, amando a tu prójimo como a ti
mismo?
Pueblo Así lo haré, con el auxilio de Dios.
Obispo ¿Lucharás por la justicia y la paz entre todos
49. los pueblos, y respetarás la dignidad de todo
ser humano?
Pueblo Así lo haré, con el auxilio de Dios.
Plegarias por los Candidatos
El Obispo dice a la congregación:
Oremos ahora por estas personas que han renovado su
entrega a Cristo.
Pueden usarse las peticiones de las páginas 225-226.
Sigue un período de silencio.
A continuación, el Obispo dice:
Dios todopoderoso, te damos gracias porque en la
muerte y resurrección de tu Hijo Jesucristo, has vencido
al pecado y nos has traído a ti, y porque mediante el sello
de tu Espíritu Santo nos has ligado a tu servicio. Renueva
en estos tus siervos el pacto que hiciste con ellos en su
Bautismo. Envíales en el poder de ese mismo Espíritu a
cumplir la misión que tú les has encomendado; por
Jesucristo tu Hijo nuestro Señor, que vive y reina contigo
y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre.
Amén.
Para la Confirmación
El Obispo impone las manos sobre cada uno, diciendo:
Fortalece, oh Señor, a tu siervo N., con tu Espíritu Santo;
dale poder para servirte; y susténtale todos los días de su
vida Amén.
o bien:
Defiende, oh Señor, a tu siervo N. con tu gracia celestial,
a fin de que permanezca tuyo para siempre, y de día C:
día crezca en tu Espíritu Santo más y más, hasta que
llegue a tu reino eterno. Amén.
Para la Recepción
N., te reconocemos como miembro de la Iglesia una,
santa, católica y apostólica; y te recibimos en la
hermandad de esta Comunión. Dios Padre, Dios Hijo y
Dios Espíritu Santo te bendiga, te conserve y te guarde.
50. Amen.
Para la Reafirmación
N., que el Espíritu Santo, quien ha iniciado la buena obra
en ti, te dirija y sostenga en el servicio de Cristo y su
reino. Amén.
El Obispo concluye con esta oración:
Dios omnipotente y eterno, que tu mano paternal sea
siempre sobre estos tus siervos; que tu Espíritu Santo sea
siempre con ellos; y de tal modo guíales en el
conocimiento y obediencia de tu Palabra, que te sirvan en
esta vida, y moren contigo en la vida venidera; por
Jesucristo nuestro Señor. Amén.
(DE PIE)
EL ARZOBISPO CONVOCA A LA ORACIÓN DE POSTCOMUNIÓN,
DICIENDO:
S. El Señor sea con nosotros.
P. Y con tu espíritu.
S. Oremos:
P. Eterno Dios, Padre celestial, en tu bondad nos has aceptado como miembros
vivos de tu Hijo, nuestro Salvador Jesucristo; nos ha nutrido con el alimento
espiritual en el sacramento de su Cuerpo y de su Sangre. Envíanos ahora en
paz al mundo. Revístenos de la fuerza y de valor para amarte y servirte con
alegría y sencillez de corazón, por Cristo nuestro Señor. Amén.
Presentación y Examen de los Candidatos
El Obispo dice:
Que los Candidatos sean presentados ahora.
Presentadores:
Presento a estas personas para la
Confirmación.
51. o bien: Presento a estas personas para ser recibidas en
esta Comunión.
o bien: Presento a estas personas que desean
reafirmar sus votos bautismales.
El Obispo pregunta a los candidatos:
¿Reafirmas tu renuncia al mal?
Candidato La reafirmo.
Obispo ¿Renuevas tu entrega a Jesucristo?
Candidato La renuevo, y con la gracia de Dios le seguiré
como mi Señor y Salvador.
Después de que todos hayan sido presentados, el Obispo dice a la
congregación:
Ustedes, testigos de estos votos, ¿harán todo cuanto
puedan para sostener a estas personas en su vida en
Cristo ?
Pueblo Así lo haremos.
El Obispo dice éstas u otras palabras similares:
Unámonos a estas personas que ahora se entregan a
Cristo, y renovemos también nuestro propio pacto
bautismal.
Pacto Bautismal
Obispo ¿Crees en Dios Padre?
Pueblo Creo en Dios Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra.
Celebrante ¿Crees en Jesucristo, el Hijo de Dios?
Pueblo Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor.
Fue concebido por obra y gracia del
Espíritu Santo
y nació de la Virgen María.
Padeció bajo el poder de Poncio Pilato.
Fue crucificado, muerto y sepultado.
Descendió a los infiernos.
Al tercer día resucitó de entre los muertos.
Subió a los cielos,
y está sentado a la diestra de Dios Padre.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y
52. muertos.
Obispo ¿Crees en Dios el Espíritu Santo?
Pueblo Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de los muertos
y la vida eterna.
Obispo ¿Continuarás en la enseñanza y comunión de
los apóstoles, en la fracción del pan y en las
oraciones?
Pueblo Así lo haré, con el auxilio de Dios.
Obispo ¿Perseverarás en resistir al mal, y cuando
caigas en pecado, te arrepentirás y te volverás
al Señor?
Pueblo Así lo haré, con el auxilio de Dios.
Obispo ¿Proclamarás por medio de la palabra y el
ejemplo las Buenas Nuevas de Dios en Cristo?
Pueblo Así lo haré, con el auxilio de Dios.
Obispo ¿Buscarás y servirás a Cristo en todas las
personas, amando a tu prójimo como a ti
mismo?
Pueblo Así lo haré, con el auxilio de Dios.
Obispo ¿Lucharás por la justicia y la paz entre todos
los pueblos, y respetarás la dignidad de todo
ser humano?
Pueblo Así lo haré, con el auxilio de Dios.
Plegarias por los Candidatos
El Obispo dice a la congregación:
Oremos ahora por estas personas que han renovado su
entrega a Cristo.
Sigue un período de silencio.
A continuación, el Obispo dice:
Dios todopoderoso, te damos gracias porque en la
muerte y resurrección de tu Hijo Jesucristo, has vencido
al pecado y nos has traído a ti, y porque mediante el sello
53. de tu Espíritu Santo nos has ligado a tu servicio. Renueva
en estos tus siervos el pacto que hiciste con ellos en su
Bautismo. Envíales en el poder de ese mismo Espíritu a
cumplir la misión que tú les has encomendado; por
Jesucristo tu Hijo nuestro Señor, que vive y reina contigo
y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre.
Amén.
Para la Confirmación
El Obispo impone las manos sobre cada uno, diciendo:
Fortalece, oh Señor, a tu siervo N., con tu Espíritu Santo;
dale poder para servirte; y susténtale todos los días de su
vida Amén.
o bien:
Defiende, oh Señor, a tu siervo N. con tu gracia celestial,
a fin de que permanezca tuyo para siempre, y de día C:
día crezca en tu Espíritu Santo más y más, hasta que
llegue a tu reino eterno. Amén.
Para la Recepción
N., te reconocemos como miembro de la Iglesia una,
santa, católica y apostólica; y te recibimos en la
hermandad de esta Comunión. Dios Padre, Dios Hijo y
Dios Espíritu Santo te bendiga, te conserve y te guarde.
Amen.
Para la Reafirmación
N., que el Espíritu Santo, quien ha iniciado la buena obra
en ti, te dirija y sostenga en el servicio de Cristo y su
reino. Amén.
El Obispo concluye con esta oración:
Dios omnipotente y eterno, que tu mano paternal sea
siempre sobre estos tus siervos; que tu Espíritu Santo sea
siempre con ellos; y de tal modo guíales en el
conocimiento y obediencia de tu Palabra, que te sirvan en
esta vida, y moren contigo en la vida venidera; por
Jesucristo nuestro Señor. Amén.
(SENTADOS)
54. Anuncios y avisos
A CONTINUACIÓN SE TIENE, SI HAY QUE HACERLOS, OPORTUNOS Y
BREVES ANUNCIOS PARA EL PUEBLO.
Poscomunión
En lugar de la oración usual de poscomunión, obispo se
dirige al pueblo en la siguiente oración:
Padre todopoderoso, te damos gracias porque nos has
nutrido con el santo alimento del Cuerpo y Sangre de tu
Hijo, y nos unes, por medio de él, en la comunión de tu
Santo Espíritu. Te damos gracias porque levantas entre
nosotros siervos fieles para el ministerio de tu Palabra y
Sacramentos. Te suplicamos que N. sea para nosotros un
ejemplo eficaz en palabra y obra, en amor y paciencia, y
en santidad de vida. Concede que, junto con él, te
sirvamos ahora, y que siempre nos gocemos en tu gloria;
por Jesucristo tu Hijo nuestro Señor, que vive y reina
contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por
siempre. Amén.
Un Diácono despide al pueblo:
Salgamos con gozo al mundo, en el poder del Espíritu.
Pueblo Demos gracias a Dios.
CELEBRIDAD Realizada en la Comunidad de ***********
Departamento del Nariño, en el año del Señor Dos mil once, días Nueve y
Diez del mes de Marzo (MMXI).
55. Maestro de Ceremonia Nestor
Diacono Rev. Carlos Anibal Paz Araujo
Presbitero Rev. Luciano Coral Osapina
Arzobispo Rvdmo. Dom Helber Ramirez Tafur